Ensayo sobre la toma de decisiones del gobierno de México en el suministro de bienes públicos
- Diana Amparo Maldonado Enríquez
- Sep 21, 2016
- 4 min read
Se afirma con mucha razón que los jóvenes son la reserva de la Patria. Según el INEGI, de los 2.1 millones de desempleados en el país, 41.5 del total son personas de 20 a 29 años de edad, que representan la cifra más elevada en 11 años (El Financiero, 2015). México es un país de jóvenes, que al estar sin empleo se desaprovecha el bono demográfico y se está perdiendo la oportunidad de aprovechar la capacidad creativa y productiva de los mismos.
Como una vía de solución a esta problemática, el Instituto Nacional de Economía Social (INAES) y el Instituto Mexicano de la Juventud (IMJUVE) han creado el programa público JÓVENES ECOSOL. El mismo brinda oportunidades de empleo mediante la identificación, capacitación, incubación y financiamiento de proyectos productivos de Economía Social y Solidaria. La convocatoria de la más reciente edición está disponible en:
http://www.imjuventud.gob.mx./imgs/uploads/CONVOCATORIAS_2016_290216.pdf .
Los productos de este programa, al ser bienes suministrado por el gobierno mexicano, pueden causar preguntas como: ¿es eficiente la forma en que los productos solucionan la problemática que los originó? ¿cómo medir la incidencia de este programa? ¿de qué forma se justifica el gasto público tanto en este programa como en otros de índole pública?
Stiglitz (2000) sugiere la sistematización del análisis del gasto público a través de diez etapas:
La necesidad de tener el programa,
Los fallos del mercado hacia los que va dirigido,
Las alternativas al programa,
Las características del programa,
Las respuestas del sector privado,
Las consecuencias para la eficiencia,
Las consecuencias distributivas,
El difícil equilibrio entre la equidad y la eficiencia,
Los objetos de la política, y
El proceso político.
Se puede comprender de una forma más analítica nuestra realidad haciendo uso de las herramientas teóricas. En este caso se pretende dar respuesta a las preguntas planteadas previamente mediante los ojos de Stiglitz (2000).
Como punto de partida se justifica la necesidad del programa bajo las circunstancias de desempleo juvenil, dificultades para encontrar el primer empleo y el interés de los jóvenes mexicanos por emprender con carencia en las herramientas metodológicas y analíticas del mismo proceso.
El siguiente paso consiste en relacionar la necesidad(es) identificadas en la primera etapa, con los fallos de mercado. Este programa busca promover la inclusión laboral juvenil, por lo tanto se habla del fallo inflación, desempleo y desequilibrio.
Stiglitz (2000) señala dos opciones como formas de intervención del Estado: la producción pública y la producción privada. Puesto que este programa consiste en otorgar montos de $450,000.00 a los proyectos de capacitación de jóvenes, es un proyecto que subsidia al cien por ciento la formación de los jóvenes emprendedores. Se concluye, pues, que el Estado mexicano interviene a través de la producción pública, y que además lo hace como una distribución gratuita.
La teoría base del análisis del proceso del suministro de bienes públicos considera una disyuntiva en la elaboración de normas que permitan discernir entre quienes merecen la ayuda de quienes no la merecen. La fijación de condiciones de acceso al programa facilita esta distinción. JÓVENES ECOSOL, limita en primera instancia a los participantes de sólo 13 entidades (Campeche, Chiapas, Chihuahua, Colima, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Morelos, Oaxaca, Querétaro, Puebla, Yucatán y Sinaloa). También presenta como requisitos de los solicitantes como agentes técnicos capacitadores: la experiencia en el trabajo con jóvenes, la suficiencia para la elaboración de diagnósticos de las dinámicas económicas locales, la tenencia de una metodología para identificar o generar proyectos productivos, conocimientos técnicos para incubar proyectos productivos, aptitudes para dar seguimiento a los proyectos en marcha, talento para rastrear nuevos proyectos productivos y valores.
La quinta etapa identifica la respuesta del sector privado al programa público. Existen programas de capacitación suministrados por el sector privado, como el modelo de negocios del Tecnológico de Monterrey, el cual pudiera ver reducida su demanda al incrementarse la oferta de los servicios de capacitación que son gratuitos.
El siguiente paso consta de las consecuencias para la eficiencia. Stiglitz (2000) distingue tres tipos: efecto-renta, efecto sustitución e ineficiencia inducida. En el presente caso se habla de efecto sustitución puesto que el bien suministrado afecta los precios (gratuito) a los cuales puede ser adquirido.
Las consecuencias distributivas son la séptima etapa del proceso de análisis. En esta etapa, se pretende identificar la incidencia de un programa de gasto o de un impuesto. JÓVENES ECOSOL pretende tener un impacto en los jóvenes que buscan emprender o en situación de desempleo. No obstante, su incidencia pudiera incluir a aquellos a los que los jóvenes proporcionarían trabajo como adultos, adultos en plenitud, madres solteras, entre otros.
La siguiente etapa consiste del difícil desequilibrio entre la equidad y la eficiencia. Es una dicotomía: escoger entre el objetivo de la eficiencia o de la equidad; este programa público muestra una inclinación por la redistribución de la renta en la economía mexicana, con nuevas oportunidades laborales. Se concluye que hay mayor peso en la equidad, aunque no excluye la presencia de eficiencia en el sentido de Pareto.
Finalmente, el proceso político ayuda a esclarecer otros objetivos que pudieran tener los programas públicos. JÓVENES ECOSOL, tiene como objetivo principal la capacitación para la inserción de los jóvenes al mercado laboral mediante el emprendimiento. Sin embargo, también redunda en circunstancias como la baja innovación en el país, la migración, el subempleo, un bajo crecimiento del Producto Interno Bruto, la delincuencia y la deserción escolar.
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