Análisis del gasto en México en los programas sociales de Educación.
- (El equipo) Fernanda Gómez, Amparo Maldonado
- Oct 4, 2016
- 6 min read
Según Stiglitz (2010) el Estado siempre ha desempeñado un papel importante en la provisión de educación. Sin embargo, la educación no es un bien público puro puesto que el coste marginal de educar a un niño más dista de ser cero. La educación pública se trata de justificar aduciendo que existe un fallo en el mercado centrando la atención en la importancia de las externalidades, ya que a menudo se dice que tener unos ciudadanos educados genera importantes externalidades.
Stliglitz (2010) menciona que la teoría del capital humano sustenta una tesis económica, a través de la cual se afirma que la educación aumenta las calificaciones de los individuos y, por lo tanto, sus salarios. Desde esta perspectiva se considera que la inversión en las personas es semejante a la inversión en capital: cuando mayor es la inversión mayor es la productividad.
Con la globalización económica las naciones han maximizado la relación educación-competitividad para obtener los más altos beneficios de este proceso. La CEPAL y la UNESCO (2005), advertían hace casi dos décadas que, al convertirse el conocimiento en el elemento central del nuevo paradigma productivo, la transformación educativa pasa a ser un factor fundamental para desarrollar la capacidad de innovación y la creatividad, a la vez que la integración y la solidaridad, aspectos claves tanto para el ejercicio de la moderna ciudadanía como para alcanzar los altos niveles de competitividad.
Stiglitz (2010) puntualiza que puede haber una razón por la que los individuos no inviertan en educación tanto como les gustaría. Los bancos no están dispuestos en su mayoría a prestar para financiar la educación; es comprensible que teman no recuperar su dinero. Por lo tanto, los que carecen de fondos propios no pueden acceder a loa educación superior sin alguna ayuda del Estado.
Según la SAE (2016) en México durante el periodo 2010-2016 el gasto público federal para la función educación evolucionó de la siguiente manera de 492,094.7 millones de pesos en 2010 a 685,575.9 millones en 2016, lo cual representa un incremento significativo. Tepach (2016) señala que México destina 2,598 dólares por alumno, mientras que Estados Unidos destina 14,269. Finalmente se expone que para el 2016 el gasto en educación será el tercero más importante destinando 685,575.95 millones de pesos, sólo por debajo del ámbito de energía y gasto social.Según Stiglitz (2010) el Estado siempre ha desempeñado un papel importante en la provisión de educación. Sin embargo, la educación no es un bien público puro puesto que el coste marginal de educar a un niño más dista de ser cero. La educación pública se trata de justificar aduciendo que existe un fallo en el mercado centrando la atención en la importancia de las externalidades, ya que a menudo se dice que tener unos ciudadanos educados genera importantes externalidades.
Stliglitz (2010) menciona que la teoría del capital humano sustenta una tesis económica, a través de la cual se afirma que la educación aumenta las calificaciones de los individuos y, por lo tanto, sus salarios. Desde esta perspectiva se considera que la inversión en las personas es semejante a la inversión en capital: cuando mayor es la inversión mayor es la productividad.Con la globalización económica las naciones han maximizado la relación educación-competitividad para obtener los más altos beneficios de este proceso. La CEPAL y la UNESCO (2005), advertían hace casi dos décadas que, al convertirse el conocimiento en el elemento central del nuevo paradigma productivo, la transformación educativa pasa a ser un factor fundamental para desarrollar la capacidad de innovación y la creatividad, a la vez que la integración y la solidaridad, aspectos claves tanto para el ejercicio de la moderna ciudadanía como para alcanzar los altos niveles de competitividad.
Stiglitz (2010) puntualiza que puede haber una razón por la que los individuos no inviertan en educación tanto como les gustaría. Los bancos no están dispuestos en su mayoría a prestar para financiar la educación; es comprensible que teman no recuperar su dinero. Por lo tanto, los que carecen de fondos propios no pueden acceder a loa educación superior sin alguna ayuda del Estado.
Según la SAE (2015) en México durante el periodo 2010-2016 el gasto público federal para la función educación evolucionó de la siguiente manera de 492,094.7 millones de pesos en 2010 a 685,575.9 millones en 2016, lo cual representa un incremento significativo. Tépach (2015) señala que México destina 2,598 dólares por alumno, mientras que Estados Unidos destina 14,269. Finalmente se expone que para el 2016 el gasto en educación será el tercero más importante destinando 685,575.95 millones de pesos, sólo por debajo del ámbito de energía y gasto social.
Durante este periodo objeto de análisis, el gasto propuesto para esta Función tuvo la siguiente equivalencia como proporción del PIB: En el 2015, el Ejecutivo Federal propuso un gasto a la Cámara de Diputados equivalente al 3.72%; En el 2015, la Cámara de Diputados aprobó un gasto equivalente al 3.75%; y En el 2016, el Ejecutivo Federal propuso un gasto a la Cámara de Diputados equivalente al 3.57%.
Para el año 2016, el presupuesto propuesto, por destino de gasto, evolucionó de la siguiente manera: Para Educación Básica fue de 434 mil 684.25 mdp; Para Educación Media Superior fue de 90 mil 283.73 mdp; Para Educación Superior fue de 118 mil 328.48 mdp; Para Posgrado fue de 7 mil 544.44 mdp; Para Educación para Adultos fue de 5 mil 577.00 mdp; Para Otros Servicios Educativos y Actividades Inherentes fue de 28 mil 800.31 mdp; y Para Función Pública fue de 357.75 mdp.
Para el ejercicio fiscal 2016, el presupuesto propuesto para la función educación, por destino del gasto, tuvo la siguiente equivalencia como proporción del PIB: Para Educación Básica fue de 2.26%; Para Educación Media Superior fue de 0.47%; Para Educación Superior fue de 0.62%; Para Posgrado fue de 0.04%; Para Educación para Adultos fue de 0.03%; Para Otros Servicios Educativos y Actividades Inherentes fue de 0.15%; y Para Función Pública fue de 0.002%.
En el análisis del presupuesto propuesto para la función educación, por destino del gasto, se observa un marcado predominio del gasto corriente sobre el gasto de capital. En el año 2016, del gasto total aprobado para esta Función, el 97.98% corresponde a gasto corriente y el 2.02% a gasto de capital, distribuido de la siguiente manera: Para Educación Básica el 62.41% fue para gasto corriente y el 1.00% para gasto de capital; Para Educación Media Superior el 12.99% fue para gasto corriente y el 0.18% para gasto de capital; Para Educación Superior el 16.47% fue para gasto corriente y el 0.79% para gasto de capital; Para Posgrado el 1.05% fue para gasto corriente y el 0.05% para gasto de capital; Para Educación para Adultos el 0.81% fue para gasto corriente; Para Otros Servicios Educativos y Actividades Inherentes el 4.20% fue para gasto corriente y el 0.002% para gasto de capital; y Para Función Pública el 0.05% fue para gasto corriente.
En el análisis de los programas presupuestarios del gasto para la función educación, se propusieron las siguientes partidas para el ejercicio fiscal 2016: Para el FONE Servicios Personales, 310 mil 938.92 mdp; Para los Subsidios federales para organismos descentralizados estatales (Subsidios para Organismos Descentralizados Estatales), 77 mil 097.27 mdp; Para los Prestación de servicios de educación superior y posgrado (Servicios de Educación Superior y Posgrado), 45 mil 123.03 mdp; Para los Prestación de servicios de educación media superior (Servicios de Educación Media Superior), 35 mil 394.50 mdp; Para los Prestación de servicios de educación básica en el D.F. (Servicios de Educación Básica en el D. F.), 34 mil 284.29 mdp; Para el PROSPERA Programa de Inclusión Social, 29 mil 152.42 mdp; Pare el Programa Nacional de Becas, 14 mil 137.56 mdp; Para el FONE Gasto de Operación, 12 mil 433.40 mdp; Para Previsiones Salariales y Económicas del (FONE), 11 mil 586.14 mdp; y Para las Actividades de Apoyo Administrativo, 11 mil 026.91 mdp.
La necesidad de evaluar es indispensable para mejorar las políticas y programas, así como los resultados de estos, con lo cual, se busca mejorar las políticas y programas públicos, lo cual contribuye a la toma de decisiones (de operación, diseño, presupuesto, etc.) y que a su vez contribuyen a la rendición de cuentas, Cortés (2015).
Por destino del gasto, el análisis nos evidencia que la educación básica sigue siendo el rubro más importante donde se canalizan más del 63% de los recursos totales de esta función, su gasto propuesto para el año 2016 es equivalente al 2.26% del PIB. Uno de los problemas más importantes que enfrenta el gasto en educación pública es que el 97.98% se destina para gasto corriente, necesario para cubrir los rubros de servicios personales (sueldos y prestaciones de seguridad social), gasto de operación para que las organizaciones operen adecuadamente (papelería y equipos de cómputo); subsidios (ayudas de carácter social y recursos para los fondos de pensiones y jubilaciones); y únicamente el 2.02% se asigna para el gasto de inversión, necesario para la modernización y ampliación de las actividades que conforman esta función, tales como la construcción de infraestructura educativa.
REFERENCIAS
Stiglitz, J. E. (2010). La economía del sector público. Barcelona. Antoni Bosch Editorial.
CEPAL y UNESCO (2005).Invertir mejor para invertir más. Financiamiento y gestión de la educación en América Latina y el Caribe. Santiago de Chile.
SAE. (2015). El Proyecto del Presupuesto Público Federal para la FUNCIÓN EDUCACIÓN, 2015-2016. Tépach, Reyes. Subdirección de Análisis Económico. 1-72.
Cortes, O. (2015). Evaluación del gasto educativo en México. Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública. Reporte de investigación num. 9. Octubre 2015. 1-32.
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