EL SISTEMA TRIBUTARIO EN MÉXICO
- Luis Antonio Munguia Rangel
- Oct 26, 2016
- 4 min read
A lo largo de la historia de México desde la época prehispánica, el tributo ha estado presente, fuese en cantidad o en especie. Posiblemente a la llegada de los conquistadores esta situación fue de gran ayuda al implantar el nuevo sistema de tributación para el virreinato y después el diezmo para la santa iglesia, posterior a la independencia esta actividad nativa se encuentra presente hasta nuestros días con un sistema tributario de gran tamaño y complejidad en el país.
Actualmente el sistema tributario en México se segmenta en tres niveles que deben trabajar en coordinación, estos, también corresponden a las tres órdenes de gobierno se segmentan en Federales, Estatales y Municipales. Los primeros gravan a todos los residentes del país, y en los últimos años sufrieron grandes reformas, como la homologación del Impuesto al Valor Agregado. En segundo término, son impuestos que se deben pagar a la entidad federativa en la que se habite, estos, pueden variar de estado a estado, en tercer lugar, se tienen las imposiciones municipales por obviedad los que pagas al municipio en el que vives y dentro de los cuales se ubica el impuesto Predial.
A pesar de las reformas realizadas en materia de fiscalidad en 2012, estas no han surtido los efectos esperados, ya que uno de los múltiples problemas del sistema nacional de tributación son la baja recaudación, excesiva dependencia de las transferencias federales por parte de los estados, altos índices de evasión fiscal, entre otros. Esta situación inhibe el crecimiento económico del país debido a que el gasto público no crece en la misma cuantía que lo que la población demanda para sentir un bienestar social, también se ve traducido en menores programas o acciones para combatir la pobreza (no se diga en erradicarla), el sistema por tanto deberá verse como un mecanismo que puede impulsar el desarrollo económico si se convierte a la eficiencia y justicia en primera instancia.
Dos aspectos que no se pueden dejar de lado en cuanto a la importancia del sistema tributario mexicano son el de la distribución de la renta y el paternalismo que puede haber generado a lo largo de los últimos 70 años. La distribución de la redistribución de la renta es un aspecto de suma importancia para el país por la única razón y de gran peso que más de 50 millones de personas viven en alguna situación de pobreza por alguna carencia social, y también que de ese total 14 millones viven en pobreza extrema (CONEVAL,2015), dadas estas circunstancias se deben establecer líneas de acción para la redistribución que en este caso se realiza en la mayoría de los casos con programas de desarrollo social como “Prospera”, pero aquí la cuestión es: ¿Cuántos pobres beneficiarios de este programa han salido de esta terrible situación?, ¿el padrón de beneficiarios aumenta, se mantiene o disminuye?. El paternalismo mexicano se podría expresar como ello; la dependencia de la mayoría de la población hacia programas de inclusión.
Los ingresos tributarios son los ingresos más importantes para el país, estos representaron en promedio entre los años 1990 y 2000 alrededor del 65% del total de los ingresos federales. Para México dentro de la variedad de impuestos que existen los más importantes son el Impuesto Sobre la Renta (ISR,30% sobre ingresos) y el Impuesto al Valor Agregado (IVA, 16% al consumo), para el año 2000 estos dos impuestos representaron casi el 50% de la recaudación total.
En este sentido y bajo la óptica de Stiglitz el gobierno mexicano a través de las instituciones dedicadas a la recaudación como la Secretaria de Hacienda y Crédito Público deberá garantizar a la ciudadanía cinco condiciones básicas para un sistema tributario deseable, ya que muchas veces se presenta en la economía mexicana el problema del polizón, debido a la falta de certidumbre institucional del qué se hace con los impuestos que se pagan, y quizá los individuos ya sean físicos o morales se abstienen de pagarlos, esto es una explicación deseable pero también existe el lado negativo, donde posiblemente el problema es la existencia de fuertes incentivos a evadir impuestos.
Las características para un sistema tributario deseable son:
Eficiencia económica: El sistema tributario no debe ser distorsionador, si es posible, debe utilizarse para aumentar la eficiencia económica.
Sencillez administrativa: los costes de administración y de cumplimiento del sistema tributario debes ser bajos.
Flexibilidad: el sistema tributario debe poder adaptarse fácilmente a los cambios de las circunstancias económicas.
Responsabilidad política: el sistema tributario debe ser transparente.
Justicia: el sistema tributario debe ser o debe considerarse que es justo que trata de forma similar a los que se encuentran en situaciones similares y que obliga a pagar más impuestos a los que pueden soportar mejor la carga tributaria.
Bajo esta perspectiva de ajuste y reforma cuando el Estado mexicano logre garantizar el cumplimiento de estas cinco características básicas dentro del sistema de recaudación nacional, se podrá hablar de una estructura deseable, que en primera instancia se deberá reflejar en más y mejores obras de desarrollo social, y de gasto público, el reto para el país es hacer que todos como individuos que conformamos un país y que somos parte de un sistema debemos pagar impuestos, enfocar los esfuerzos en aumentar la rentabilidad propia y pagar lo justo en lugar de buscar opciones para evadir impuestos, por cuenta del gobierno deberá ser la proyección y aseguramiento de una certidumbre que el dinero brindado será retribuido para el bienestar de la sociedad y no para el bolsillo de unos cuantos.
Comments