Un análisis sobre la toma de decisiones del gobierno mexicano en el tiempo en cuanto al suministro d
- Luis Antonio Munguia Rangel
- Aug 31, 2016
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Desde el modelo de la Industrialización por Sustitución de Importaciones (ISI, 1940-1982) y desde la historia antes que este, se ha tenido un gobierno intervencionista, la legitimidad de este, después de la Revolución Mexicana aportó un mayor poder y credibilidad en el Estado mexicano.
Las condiciones económicas tanto internacionales como nacionales que imperaban en la década de los 70´s mostraba la frágil economía de México y mostraba los desequilibrios macroeconómicos que aquejaban al país y que habían sido cubiertos hasta ese entonces con la petrolización de la economía nacional. Es entonces en 1982 cuando el Gobierno mexicano opta por la implementación de un nuevo modelo económico.
El modelo ISI en el cual el Estado regulador tomaba una gran participación en el economía nacional ya no podía regular más y los desequilibrios eran sentidos por los ciudadanos, el nuevo modelo económico basado en el neoliberalismo pasaría a ser la solución a esta problemática.
El nuevo modelo con enfoque neoliberal buscaba la apertura comercial del país, abrir las fronteras, levantar restricciones a las importaciones y demás eran las principales medidas, pero además y el tema que nos concierne ahora era la privatización de las empresas paraestatales.
La privatización de las empresas nacionales tomo su máximo esplendor bajo el gobierno del expresidente Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) y el claro ejemplo es Teléfonos de México, el cual paso a ser propiedad privada de Carlos Slim. Además de ello la consolidación del nuevo modelo neoliberal orientado al exterior era la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte. (TLCAN, 1994).
Por lo anterior, el Estado mexicano en el siglo pasado implementó cambios en su manera de gobernar buscando alternativas para el desarrollo económico, ello también ha conllevado implicancias de orden público por su puesto, con la privatización de las grandes empresas estatales que principalmente lo eran por ser consideradas dentro de la Constitución Mexicana sectores estratégicos para la nación, no obstante con el paso del tiempo están han pasado a ser ineficientes en su ejercicio y admiración por tanto han pasado a formar parte del libre mercado, bajo la premisa que la competencia hará que estas ofrezcan mejores bienes y servicios o un precio establecido por la oferta y la demanda. Cabría cuestionarse si esto ha sido beneficioso, por ejemplo: ¿qué beneficios nos ha traído que TELMEX sea desde hace algunos años una empresa privada?.
Las tendencias parecieran indicar que el Estado mexicano está apostando por privatizar las empresas paraestatales aun restantes, ya se hizo con el sector energético (hidrocarburos), quizá la siguiente sea la Comisión Federal de Electricidad y por qué no también el suministro de agua potable. Todo ello en búsqueda de la mayor eficiencia y equidad por parte del gobierno hacia el pueblo, ¿estaremos preparados para ello?. Tanto la inversión extranjera como la mexicana jugaran un rol importante en la administración de estas megaempresas.
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